Artistas del Carchi
Tradicion oral del canton Tulcan
Resumen
Este libro de tradición oral nos ayuda a acercarnos a las formas de expresión hablada de nuestra provincia. Es un documento dinámico, que en un vuelo de fantasía nos llena de sonidos, ecos, luces, colores, sabores y, además, de la presencia de lo lúdico de la tradición oral.
Este libro trata sobre las leyendas existentes dentro de nuestro cantón Tulcán, sus relatos son tal y como las cuentan personas que de una u otra forma pasaron o tuvieron alguna experiencia con alguna de las muchas leyendas existentes en nuestro cantón. El libro está contado por distintas personas que ofrecen sus propias versiones de diferentes relatos. Además de esto, encontramos antecedentes históricos que han dado mucho de qué hablar de nuestro pueblo tulcaneño, por su valentía y su coraje de no dejarse amedrentar por personas que no quieren el bien para la provincia, como es el tan recordado 26 de mayo donde nuestro pueblo demostró que con el ”Carchi no se juega”.
También en este libro encontraremos sobre la cultura pasto, es decir, su cultura, costumbres y tradiciones, de dónde nace nuestra forma de hablar, nuestra forma de expresarnos, que es única en nuestro país. El texto expone una cosmovisión de lo que es el nacimiento de nuestra cultura de la papa, ya que este producto se producía en gran cantidad debido al frio de nuestra provincia, conjuntamente con el maíz, ya que esta tierra era muy fértil para estos productos.
Autores-Breve Biografía
Luis Felipe Vásquez Narváez
Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Sucre N°1. Sus estudios secundarios en el Colegio Bolívar. Posteriormente ingresó a la Facultad de Jurisprudencia, donde aprobó 80 créditos (cuatro semestres), en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en Quito. Además de esta formación, también participó en el Taller de Arte Narrativo de Universidad Tecnológica América, Unita, y de la Casa de la Juventud del Gobierno Provincial del Carchi. Asistió al 49 Congreso Internacional de Americanistas, P.U.C.E.- Quito.
Los cargos que ha desempeñado han sido el de docente de Antropología, en la Universidad Tecnológica América, UNITA; el de Investigador de Archivos y Biblioteca sobre la Sociedad Pasto; el de Asistente de Campo en PROANDES_UNICEF (Cotopaxi); el de Coordinador del Trabajo de Campo-Cotopaxi en la Investigación para el Desarrollo Social (CIEDS); el de Promotor de Desarrollo Social (I.D.C.) en Tixan-Chimborazo; y el de Desarrollo Social en el Centro de Estudios y Capacitación de Campesinos de Azuay (C.E.C.C.A.)-Shagli, Pucara-Azuay.
Además de su fecunda labor en la tradición oral, también ha publicado otras obras más importantes como: "Historia de la Comuna La Esperanza”, "Tulcán: Pasión por la palabra", y "Acercamiento al indígena de Frontera para el caso de Nariño y Putumayo" (inédita).
Los méritos que ha alcanzado han sido la Estatuilla otorgada por la Asamblea Nacional Constituyente en el 2000, Mención de honor otorgada por la Universidad Tecnológica América, UNITA – Tulcán.
Tabla de contenido
Fragmento
Las voladores
Hace muchos años en la pintoresca mira, cuando sus calles polvorientas y angostas se desesperaban en sinuosas subidas y bajadas, cuyas casitas pequeñas revestidas de bahareque y con techos de paja o teja le daban un especial encanto, que la hacía atractiva para visitarla.
Sera por esto que las “voladoras” hicieron de este lugar su rincón preferido para sus andadas nocturnas. Cuentan los mayores que en las niches de luna retratadas sobre su cara se les veía enrumbarse hacia el horizonte, uno de aquellos testigos pudo relatarnos que cierto día después de una agotadora jornada y ya avanzada la noche se disponía a dormir, pero aún no se lograba conciliar el sueño, cuando una luz inmensa efecto de la luna, presto tal cierto temor inusitado que recorría sus cuerpos, al filo de la medianoche sintieron un ruido extraño en el techo de la casa.
-Que fue eso. Preguntó la señora… como algo cayó encima de la casa. Ve a ver, lo “ques” yo no me muevo.
Temblando se levantó de la cama, se puso el poncho y más por curiosidad que po9r otra cosa, se decidió a salir para ver que ocurría, abrió la puerta despacio y lo mas callado que pudo salió al patio. Los perros aullaban larga y lastimosamente, se podía escuchar a las gallinas inquietas en sus corrales, el ganado parecía una orquesta con mugidos de espanto. Una noche totalmente clara.
-Regrese la vista al techo y la vi clarito, era una coladora que al verme lanzo una estridente carcajada, dio in salto y voló llevando en sus manos una escoba, su largo cabello suelto y desaliñado se agitaba en el viento, sus almidonadas enaguas blancas formaban un larga cola, susurro el asustado investigador. Y luego relataba “me acorde de lo que decían mi abuelitos, que cuando se ve a la voladora hay que acostarse en cruz sobre la tierra para lograr que caiga la bruja, pero medio muerto y paralizado del miedo reaccione tarde y cuando quise hacerlo la voladora , había desaparecido de la vista”. - Temblando entre a la casa, .. ha sido la voladora.. le dije a no mujer medio balbuceando porque no podía hablar bien, sin querer me hacía castañear lo dientes. El hijo mayor que se había levantado con el alboroto, dijo de una manera tranquila y de la forma mas natural.
-A cada rato vienen las voladoras, yo algunas noches las he oído y el papa de Juanito dice que las ha visto varias veces y que por eso ya se ha acostumbrado. -La gente dice que cuando vienen las voladoras algo va a pasar, que noticias tendremos mañana. Comento la mujer. Al otro día la familia observo que las pajas del techo no estaban en su lugar. Luego las vecinas del lugar empezarían a murmurar las nuevas noticias que habían llegado al pueblo. -Me dá la impresión que extraño a las voladoras, era personajes buenos que nunca hacia mal a nadie, solo se divertían por las noches, trayendo y llevando noticias, repitió nuestros personaje.